EL MIEDO SE LEE EN LOS LABIOS

Todos sabemos que es una emoción ligada a la supervivencia.

Cuando vivíamos en cuevas, el miedo nos ayudaba a correr cuando había un peligro para salvar nuestras vidas. Ahora sentimos miedo de muchas cosas más: de sentir vergüenza, de no estar a la altura, de perder a alguien querido, de equivocarnos, de quedarnos solos… y aunque tengamos ganas de salir corriendo, en muchas ocasiones no podemos hacerlo.

Y es que el miedo aparece cuando sentimos una amenaza y su objetivo es ayudarnos a eliminar el posible daño que pueda ocasionarnos.

Aunque tratemos de ocultarlo para parecer fuertes y no sentirnos vulnerables delante de los demás, nuestro cuerpo de forma no consciente va a delatarnos.

Hay microrreacciones en la boca, que no podemos ocultar, porque se dan de forma no consciente y que van a desplazar los labios de diferentes formas y van a expresar emociones como el miedo, la ansiedad o la decepción.

En los labios se dan muchas contracciones musculares involuntarias que están ligadas a las emociones que sentimos y que podemos verbalizar o no. Conocer el significado de estas reacciones, nos aporta un valor añadido muy relevante.

El lenguaje verbal podrá ser coherente con el lenguaje corporal, y expresar con palabras lo que está sintiendo la persona, y entonces, veremos que las reacciones corporales van en el mismo sentido que la comunicación verbal.
O podrá haber incoherencia entre el lenguaje corporal y el lenguaje verbal de una persona que no quiere admitir la emoción que está sintiendo, por el motivo que sea, y entonces veremos reacciones corporales que delaten la emoción aunque el verbal trate de ocultarlo.

En este caso de incoherencia entre la comunicación corporal y la comunicación verbal, la información más auténtica siempre va a ser la del cuerpo, pero para captar estos detalles tan relevantes debemos entrenar habilidades de lectura corporal.

Podemos decir con lenguaje verbal lo que queramos, y debemos asumir que nuestro lenguaje corporal tiene su propio idioma y no nos pide permiso para expresarse.

Las técnicas de lenguaje corporal no consciente nos ayudan a entender mejor a los demás y mejorar nuestras habilidades de comunicación, con el objetivo de obtener mejores resultados a la hora de interrelacionarnos con otras personas.

Personas tratando con personas.

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