NO SUBAS LA VOZ MEJORA TU ARGUMENTO
Hay conversaciones complicadas en las que, a veces, de manera no consciente tenemos el impulso de levantar la voz, es un recurso que utilizamos para intentar dar fuerza a nuestras palabras.
A veces, incluso lo hacemos sin darnos cuenta en conversaciones fáciles.
Una herramienta para poder mejorar nuestra comunicación y que nuestro mensaje llegue sin necesidad de elevar el volumen, es entrenar la asertividad.
La asertividad es la capacidad de no ponernos ni por debajo, ni por encima de los demás, a la hora de tener conversaciones complicadas.
Trabajar la asertividad, implica tener en cuenta las ideas de los demás y las nuestras, cuidar del lenguaje verbal, poner atención al lenguaje no verbal y decidir el momento oportuno.
Para poder desarrollar la asertividad, debemos unir otras softskills a nuestro entrenamiento, como son la regulación emocional y la capacidad de gestionar conflictos.
No es fácil gestionar nuestras propias emociones y menos aún, intervenir para ayudar a otros a trabajar con las suyas, pero si queremos influir de forma positiva en nuestro entorno, debemos de dar ejemplo y demostrar que podemos decidir cómo queremos actuar, en lugar de reaccionar sin contemplar las posibles consecuencias de no medir nuestras palabras o nuestro comportamiento.
Tampoco es sencillo gestionar conflictos, pero conocer los diferentes patrones que tenemos de reacción ante un problema y poder intuir los patrones de los demás, nos ayuda a tomar mejores decisiones y a enfocar nuestra comunicación en función de las necesidades de la situación.
Para comunicarnos de forma más eficaz, necesitamos aprender a:
– Construir mejores argumentos a la hora de expresarnos
– Elaborar mensajes más directos y más concisos
– Entrenar nuestro lenguaje no verbal
– Perfilar a nuestros interlocutores
– Adaptar mi estilo de comunicación en función de mi objetivo
La comunicación es la clave para gestionar conversaciones importantes y a la vez, cuidar la salud de nuestras relaciones personales y profesionales.
Pongamos el foco en entrenar habilidades de comunicación y no en elevar el volumen de nuestra voz para intentar convencer a los demás de que mis argumentos son mejores.
Puedes convencer liderando tu comunicación de forma positiva, sin caer en tratar de imponer tus argumentos por la contundencia de tu volumen. Es mucho más sano, genera mejor ambiente laboral, te posiciona como líder natural de tu equipo y marca la diferencia para que otros se contagien de esa forma de comunicar de forma positiva.
Somos personas tratando con personas y Mejores personas hacen mejores empresas.
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www.penelopegarciacomunicacion.com